domingo, 7 de diciembre de 2014

Rikiyá… con empuje femenino


                                                                                   



Con una producción diaria de 100 kilos de snacks, cinco valientes mujeres  esperan percibir utilidades de su empresa social Rikiyá, después de tres años de sacrificio, constancia e intenso trabajo. Su reto: incrementar ventas. Ellas, laboran en el barrio Alfonso López, al noroccidente de Medellín, Colombia

La óptima calidad de las papas fritas, platanitos, yucas y maduritos, certificada por el INVIMA,-Instituto Nacional de vigilancia y control de alimentos- constituye el respaldo más importante para Ana Céfora Zapata Ferraro, representante legal de la -Corporación Empuje Femenino- CEMFEM, entidad que creó a Rikiyá.

 Alexandra Montoya y Ana Céfora Zapata, en el proceso de elaboración de fosforitos de papa


Ana Céfora, Representante legal, exhibe un producto terminado


Luz Estella Vallejo, Marleny Cuervo y Ana Céfora Zapata,
reciben instrucciones sobre el equipo
Esta unidad productiva posee todos los registros legales. Surgió de una capacitación sobre “Autonomía económica para mujeres de la comuna 5”, brindada en 2010 por la Secretaría de las Mujeres.

Después de constituir la Corporación con 17 mujeres y de participar en un concurso sobre creación de empresas sociales femeninas, dirigido por la Alcaldía de Medellín, una de las ganadoras fue su propuesta de snacks. En total, participaron veinte organizaciones.

El premio consistió en 100 millones de pesos, representados en capacitación, registros, maquinaria, materia prima, uniformes y alquiler de sede durante un año. De la mano de Interactuar, entidad operadora del proyecto, estas mujeres han convertido su sueño en realidad. La Fundación Colombia Social, también ha apoyado esta microempresa.

La capacitación, en diversas áreas, la manejó Interactuar, durante diez meses. Aprendieron sobre manejo de alimentos, administración, contabilidad, mercadeo y trabajo psico- social. El SENA –Servicio Nal. de aprendizaje-, también aportó en este sentido.

Rikiyá inició actividades el 17 de noviembre de 2011, con mujeres emprendedoras, ansiosas de independencia económica y con interés en mejorar su calidad de vida y la de sus familias. El nombre surgió de una lluvia de ideas y quiere decir, ricas ya.

Luz Estella Vallejo, en lavado y pelado parcial de papas

Fosforitos de papa, bien escurridos, antes de fritarlos

Pesar los productos, hace parte de la calidad Rikiyá
Las protagonistas

Fuera de Ana Céfora, otras mujeres dignas de admiración por su entereza y dinamismo, le han puesto el alma a la microempresa: Marleny Cuervo Deossa, Luz Estella Vallejo Mejía, Alexandra Montoya Álvarez y Amparo Quiroz Pulgarín.

El apoyo de las familias de estas emprendedoras ha sido fundamental, para hacer realidad a Rikiyá. Algunas son madres cabeza de familia, por lo que  asumen los gastos del hogar, pagan arriendo, servicios y la educación de sus hijos. Han tenido que multiplicarse, mientras la empresa les genera ganancias.

Guillermo Montes Benavides, esposo de Ana Céfora, ha sido un ángel guardián de las mujeres Rikiyá y les ha ayudado con toda clase de instalaciones y reparaciones, en la planta de producción. Igualmente, con la entrega de productos a diferentes clientes.

Nuevos productos, mercados  e innovación

En un principio, la producción era de 20 kilos diarios, en promedio. Luego, se incrementó a 50 kilos. Hoy, tras haber ganado un segundo premio “Oportunidades para la vida” también de la Alcaldía de Medellín, de 33 millones de pesos, su producción diaria pudo duplicarse, es decir, alcanzar los 100 kilos, debido a la compra de un nuevo equipo.

El proceso se inicia con la compra de productos frescos y de excelente calidad, en la plaza Minorista. La papa, por ejemplo, es lavada con soluciones especiales, para desinfectarla y conservar su color.

El uso de aceite de palma para freír, evita el sabor a grasa, ofrece buen rendimiento y garantiza snacks de exquisito sabor y agradable presentación. El aceite se cambia, constantemente, y los residuos se venden a una empresa que fabrica cuido para animales. Así, se cumple el reciclaje sin afectar el medio ambiente. Y, es una muestra de responsabilidad social.

En su portafolio de servicios, Rikiyá ofrece papas naturales, y con sabor a limón, en presentaciones de 30, 80 y 100 grs. Y, paquetes por docenas. Además, fosforitos de papa y cabello de ángel, de 500 y 800 grs., utilizados en comidas rápidas. Los platanitos, yuquitas y maduritos, también se venden de forma individual y por docenas.


Alexandra Montoya, con produtos listos para despachar


Ana Céfora Zapata y Marleny Cuervo, en una feria en Medellín
Excelente atención, garantiza la venta de snacks Rikiyá
Ana Céfora afirma que la microempresa produce refrigerios como sándwiches, perros, mixtura de snacks y otros, con jugos 100% naturales. Además, plato de natilla navideña.

En cuanto a los clientes, algunas entidades públicas y privadas demandan sus snacks. Poseen clientes fijos, por referencia, y participan en diferentes ferias. Además, existe un mercado natural, proveniente de cada una de las participantes en Rikiyá.

Próximamente, los clientes Rikiyá podrán disfrutar papas con sabor a pimienta. Y, como innovación, arracachas fritas.

Hoy, Rikiyá, con mayor producción, busca entrar de forma contundente, en tiendas y minimercados.

Los niños de esta pieza publicitaria, pertenecen
a la familia Rikiyá
Presentación suministrada por la microempresa




















Si usted quiere hacer algún pedido o contacto con Rikiyá, escriba al correo cemfem7@gmail.com o llame al teléfono 441 58 32 en Medellín, Colombia. 

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