sábado, 15 de agosto de 2015

Usted puede ayudar a niñas desplazadas…
en el hogar Nazaria





Para ayudar a niñas desplazadas y vulnerables, usted puede comprar carne de conejo, huevos de gallina criolla y frutos de la huerta, en el hogar Nazaria, el cual requiere con urgencia, mayor comercialización de sus productos. El reto más importante es ser autosostenibles, afirma la directora, hermana Marta Nelly Bohórquez.

El hogar Nazaria está ubicado en la vereda Paisandú, corregimiento de Santa Elena, Medellín, Colombia. Es regentado por las Misioneras Cruzadas de la Iglesia.

Con orden, reglas claras, y a la vez, con muestras de afecto como abrazos y expresiones estimulantes, las misioneras rescatan de los estigmas del desplazamiento a 30 niñas entre 6 y 14 años. Las pequeñas han sido desplazadas, principalmente, desde la costa Atlántica, El Carmen de Atrato y otros lugares del Chocó, del suroeste antioqueño y de barrios populares de Medellín. La falta de afecto es generalizada.

Algunas niñas llegan al hogar Nazaria, provenientes de familias desintegradas a causa de la violencia en los barrios y por graves problemas familiares. También, acceden a este centro, madres adolescentes.

Hna. Marta Nelly Bohórquez
Directora del hogar Nazaria
Las niñas atienden instrucciones de la directora


Regreso al hogar Nazaria, después de la jornada escolar

La condición esencial para ingresar al hogar, fuera de ser desplazadas, es querer estudiar. Todas las chicas van a la escuela o al colegio de Santa Elena. Tienen contacto con el mundo exterior. Se trata de una formación integral, en la que cuenta la academia, y valores como el respeto, sana convivencia, tolerancia, responsabilidad, ayuda mutua, etc.

Las niñas se levantan a las 4:30 a.m., desayunan a las 6 y llegan al colegio a tiempo, para iniciar clase a las 7. Allí, reciben media mañana y almuerzo. Por la tarde, hacen tareas a partir de las tres, en el hogar Nazaria, donde toman un refrigerio a la 4 p.m. y cenan a las 6:30 p.m.

En Nazaria les ayudan con las tareas y las orientan, según las necesidades de cada una. Dos de ellas, manejan la biblioteca. Si pasan la edad de 14 años, las dejan en el hogar hasta terminar el bachillerato.

Estudio en sana convivencia
Tareas con orientación personalizada









En la biblioteca, las niñas consultan de forma permanente

Cada quince días, las niñas salen a sus casas, si las condiciones lo permiten. Cuando incumplen las normas, las sanciones son pedagógicas como no ver televisión, no salir el día correspondiente o privación de algún beneficio comunitario. Sanciones de este tipo, son recomendadas a los padres de familia o tutores, para evitar el castigo físico o agresión psicológica.

Fuera de estudiar, las niñas aprenden y realizan toda clase de oficios en la casa. Las mayores, lavan su ropa y se turnan en la conejera, el gallinero y la marranera, tanto para la limpieza, como para alimentación de los animales y recolección de los huevos.

La hermana Marta, dirige los cursos sobre primeros auxilios, punto de cruz, croché, cerámica, velas de cera, candelabros de botellas plásticas y de vidrio, materos, arreglos navideños, estuches para regalos, faroles, pastilleros, y con periódicos -paneras y portarretratos-. Además, todo lo pertinente al reciclaje.

Objetos artísticos de empaques plásticos


Clasificación del plástico 














Proceso artesanal




Trabajo en equipo






Actividad lúdica para niñas pequeñas y grandes
Aprendizaje de maquillaje y peinado
Recreación dirigida



               








Elaboración de candelabros con botellas de vidrio

La huerta es un lugar de contacto directo con la naturaleza, de aprendizaje y experimentación. Lechugas, papas, maíz, zanahorias y plantas aromáticas como la menta y el tomillo, hacen parte de los múltiples productos que se cultivan sin químicos, sanos, limpios y de alta calidad. Por ejemplo, la fumigación la hacen con ají y ajo. El yacón, lo cultivan por sus propiedades para mejorar la circulación y digestión, para controlar la diabetes, y el colesterol.

En el hogar Nazaria estos productos son aprovechados para el consumo diario. Igualmente, están dispuestos para la venta al público.

La hermana Marta enseña a sembrar
y da ejemplo
Labor solidaria en la huerta















El arte de sembrar y cosechar, lo aprenden las niñas del hogar Nazaria
Supervivencia gracias a donaciones

Esta obra social ha sido posible, gracias a las donaciones. Las niñas reciben de forma gratuita todo: objetos de aseo personal, ropa, útiles escolares, bolsos, uniformes del colegio, camas, colchones, sábanas, cobijas, alimentación, etc.

Actualmente, se tienen muchas solicitudes para ingresar al hogar Nazaria. Pero, a pesar de que el lugar puede albergar hasta 60 niñas, las misioneras no tienen capacidad para sostenerlas.

El hogar Nazaria existe hace 8 años. La ONG “Amigos de Julián” de España, donó dos cuadras de terreno y la planta baja de la edificación. Todavía con el piso en tierra, las misioneras empezaron a laborar. Poco a poco, la generosidad de varias ONG, permitió concluir los trabajos y construir la segunda planta.
                                                                                        
Elementos de dormitorio, donados por la IV Brigada de Medellín
En grupo, realizan diversas actividades

Aspecto exterior del hogar Nazaria, en la vereda Paisandú de Santa Elena, Medellín, Colombia

Directora de carácter humanitario

La directora, hermana Marta Nelly Bohórquez, es enfermera profesional, graduada en "Pedagogía Reeducativa con énfasis en ética" en la Universidad Luis Amigó. Experta en el arte culinario, artista de pintura en óleo, artesana, creativa y posee muchos otros saberes que ha compartido con niñas y jóvenes, en varios lugares de Colombia y en otros países.

Esta religiosa es el alma del hogar Nazaria, su jornada se extiende desde las 4:30 a.m. hasta las 11 de la noche. Ella misma cocina para todo el personal y enseña a las chicas a preparar toda clase de alimentos y a obtener buena sazón. Hasta mermeladas ha hecho para vender. Además, está pendiente de todos los detalles de la organización. También, está atenta a los procesos productivos agrícolas y con los animales.

La hermana Marta, considera su experiencia con las niñas, muy enriquecedora. “Entran en cero, llegan con dificultades y uno ve que van progresando, aprenden, tienen ilusiones, ponen de su parte para salir adelante. Se pretende que sean mujeres para vivir en sociedad, que sepan desenvolverse en la vida, teniendo en cuenta la parte afectiva y los valores”.

“Las niñas van aprendiendo que las cosas se consiguen trabajando. Queremos que aprendan a trabajar, a que no todo se los tienen que dar, a que no todo les llega de arriba. Queremos que sepan que el trabajo puede ser en casa, no siempre por fuera. Queremos ser un ejemplo para ellas”, reitera la directora.

Parqués elaborado en chapilla, por la hermana Marta 
Ajedrez al reverso, también en chapilla,
fabricado por la directora




















El reto: que el hogar sea autosostenible

La gran preocupación de la hermana Marta es que el hogar, en este momento, no es autosostenible. Por eso, quiere incrementar la venta de sus productos.

“La gente puede ayudar, promoviendo la compra de carne de conejo, porque es magra, es decir, sin grasa. Es más sana, muy recomendada para personas que sufren del corazón y de circulación, es pura fibra, muy alimenticia”. La hermana Marta enseña a cocinarla, a fabricar chuzos y a preparar toda clase de recetas.

En el hogar Nazaria tienen cerca de 100 conejos. Se sacrifican a los tres meses, para garantizar una carne tierna y de óptima calidad. El conejo ha sido considerado carne de reyes, por su exquisitez. Era comida predilecta, en los antiguos palacios.

La hermana Marta revisa las crías de conejos
Crecen en ambiente limpio y sano











Cerca de 100 conejos dispuestos para el sacrificio. Carne tierna y magra

Por otra parte, las misioneras quieren impulsar la venta de huevos, para lo cual, poseen unas 300 gallinas de pastoreo, llamadas gallinas felices, porque se mueven libremente, sin estrés y se alimentan de hierba, cuido y maíz.

También, las religiosas aspiran a que personas o entidades les ayuden en la comercialización de los cerdos.

Esta labor humanitaria sería imposible, sin la ayuda de algunas personas voluntarias, entre ellas, dos hermanas de la directora, no pertenecientes a la institución.

Niñas del hogar echan cuido a las gallinas

Gallinas felices, libres en el campo













De este corral se recogen más de 300 huevos diarios, listos para la venta

La comunidad de Misioneras Cruzadas de la Iglesia fue fundada en Bolivia por la española Madre Nazaria Ignacia March, hace 90 años. A Colombia llegó en 1963, con sede principal en Medellín. También, tiene sede en Bogotá.

Su carisma es amor a la iglesia, a los feligreses y promoción de la mujer. Van donde la iglesia las necesita, donde los más pobres y a lugares de frontera, difíciles, a barrios de gente violenta. En desarrollo de su misión, se han movilizado por varios lugares del país, como Manizales, Bogotá, Nariño, Antioquia, donde han brindado orientación a niños y jóvenes. Estas misioneras, continuarán su labor humanitaria y espiritual en Colombia y en el exterior.

Si usted quiere comprar los productos del hogar Nazaria o ayudar a su comercialización, escríbale a la hermana Marta Nelly Bohórquez al correo martanellyb@yahoo.com  o llámela al tel. 538 28 30, Medellín, Colombia.  




1 comentario:

  1. Hermosa tarea Dios las bendiga gracias por mostrarnos formas de apoyar .

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